Psicólogo, entrenador, dietista y un porrón de cosas más.

Los especialistas cobran más y suelen ser más buenos en su trabajo. Un ingeniero industrial especialista en reparación de placas solares térmicas Saunier Duval va a cobrar mucho más que Juan el manitas. Que igual te arregla un enchufe, te pone el suelo de la cocina o te repara una tubería.

No es cuestión de ser ingeniero o no. Es cuestión de cuántas personas pueden hacer lo que tú haces. Y por definición, cuanto más hagas, menos tiempo habrás invertido a cada tarea y –probablemente– peor se te dará. Más competencia tendrás y podrás cobrar menos.

Pues yo soy psicólogo, entrenador personal, dietista, psiconeuroinmunólogo y codirector de un posgrado. También tengo conocimientos de marketing, programación, diseño y sé hacer el cubo de rubik en menos de 90 83 segundos.

Empezamos mal.

Eso sí, veo poco Netflix y hace más de 2 meses que no entro a Instagram. De TikTok ni hablemos.

Soy curioso. Me interesa –casi– todo. Disfruto mucho aprendiendo y desde hace años que decía (y sigo diciendo), ¡Quiero que me paguen por aprender! Hoy en día así es. Me gano la vida ayudando a personas a mejorar su vida de una u otra manera. Esto me motiva a seguir formándome y aprendiendo cada día.

Los títulos no lo son todo.

De hecho, muchas veces los títulos no son nada.
Tengo amigos que no tienen ningún título en su especialidad y son excelentes diseñadores, marketers y programadores. Incluso hay personas que, sin título alguno, le pasarían la mano por la cara a más de un psicólogo y dietista.

No por ello reniego de los títulos y los aprendizajes formales; de hecho, mucha gente se sorprende cuando ve mi CV.

Soy de una religión que no tiene nombre.

Creo en la capacidad de superación y mejora del ser humano. Aunque muchas veces abrazaría antes a un mono que a un humano, me parece que como especie somos excepcionales.

Hoy en día tenemos más oportunidades e información que nunca. Conocemos mucho más cómo funciona el cerebro que hace 50 años (y que hace 10) y tenemos acceso a personas y recursos que pueden estar a miles de kilómetros. A mí me parece una flipada absoluta.

Esta es mi religión, si se le puede llamar así.

Hago lo que hago por mí

Mis dificultades personales han sido la motivación para aprender a buscar posibles soluciones.
Con 18 años –actualmente 35– pesaba 52kg (ahora 75). Estaba muy delgado y mi abuelo estaba más en forma que yo. Comía bien, porque en casa de mis padres siempre ha habido consciencia sobre alimentarse bien, pero nada más.

Con 18 años y teniendo que pasar dos veces para que se me viera, decidí apuntarme al gimnasio y leerme unos cuantos libros sobre entrenamiento y nutrición. Y ya de paso, certificarme como entrenador personal y especialista en fuerza por la NSCA.

Aprender sobre nutrición, sacarme el grado superior de dietética y echar un buen puñado de horas en ICNS, fueron el siguiente paso lógico en mi camino.

¿La Psicología? Como buen adolescente que era, me sentía muy perdido y frustrado conmigo mismo. Por eso entré en la universidad a aprender cómo funcionaba nuestro órgano más misterioso 🧠. Como la carrera se me hizo corta (en conocimiento) y sentía que me faltaba mucho por aprender, seguí formándome con cursos, jornadas, másters, libros y todo lo que se me pusiera por delante y mi criterio dijera que valía la pena.

El diseño web, marketing, habilidades comunicativas, programación, etc. También son fruto de problemas no resueltos.

Como ves, parecía un queso grouyere con tanto agujero. Hoy en día me parezco más a un brie, que tiene los agujeros más pequeños.

... pero también por ti.

Esto lo hago por mí, pero también por ti.
Con el tiempo me he dado cuenta que estaba adquiriendo conocimiento en muchas áreas que podían ser de utilidad para mucha gente. Primero empecé a compartir ideas y conocimiento con mi entorno cercano. Con el tiempo y de manera natural el círculo de influencia fue creciendo.

Ya hace años que me dedico profesionalmente al mundo de la Psicología, el Entrenamiento y la Nutrición. Tres áreas profundamente interconectadas. Pues creo que estos son los elementos que mayor impacto positivo pueden causar en nuestra vida.

Si quieres que te eche un cable para optimizar el coco, este es tu lugar. Si el body es tu principal preocupación, picha aquí. También podemos trabajarlo todo. Pero antes, reserva una reunión de 15 minutos conmigo y hablemos.

Mientras te piensas lo de que hablemos, lo que te recomiendo sí o sí es que veas esta clase.
Es igual que quieras ponerte en forma, superar un bache emocional  o vivir mejor. Debes entender tu 🧠  para  dominar tus hábitos.

MEJORES HÁBITOS, MEJOR VIDA.

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